Enclavada en la Patagonia argentina, Bariloche es un destino que combina naturaleza imponente, aire puro y experiencias únicas para quienes buscan renovar energía y equilibrio. Entre montañas, lagos cristalinos y bosques infinitos, cada rincón invita a la calma y a la contemplación.

Caminar por la costanera del Lago Nahuel Huapi, respirar la fragancia de los cipreses o perderse en senderos rodeados de lengas despierta una sensación de conexión profunda con el entorno. En invierno, el manto blanco de la nieve transforma el paisaje en un escenario de cuento; en verano, los colores vibrantes y el agua fresca de los lagos abren paso a la aventura.

Hacer la ruta Buenos Aires → Bariloche → El Calafate → Ushuaia → Antártida puede sonar simple en el mapa, pero organizarlo por cuenta propia se vuelve complicado: pasajes que se agotan, excursiones con cupos limitados, precios que suben según la temporada. Por eso, muchos viajeros prefieren hacerlo con un paquete armado: ya está todo resuelto y el viaje fluye sin contratiempos.

Bariloche: primera parada en la Patagonia. Lagos y cerros a pocos kilómetros del centro. Podés hacer el Circuito Chico, subir al Cerro Campanario o caminar hasta Refugio Frey. En invierno, el Cerro Catedral es la base del esquí. Con un pack, traslados y excursiones ya están incluidos, sin preocuparte por horarios ni reservas.

El Calafate: la visita obligada es el glaciar Perito Moreno. Desde pasarelas o arriba del hielo con un mini trekking, la experiencia es única. También hay navegaciones por el Lago Argentino para ver témpanos gigantes. Con un paquete, entradas y excursiones están aseguradas, evitando colas y sobreprecios.

Ushuaia: la ciudad más austral del mundo. El Parque Nacional Tierra del Fuego ofrece caminatas accesibles, y en el canal Beagle se pueden ver lobos marinos y pingüinos en temporada. Con un pack organizado, ya sabés qué actividad te toca cada día, sin perder tiempo en gestiones locales.

Antártida: los barcos salen desde Ushuaia y los cupos son limitados. Los viajes duran entre 10 y 12 días. El cruce del paso de Drake puede ser movido, pero la llegada compensa: hielo infinito, pingüinos y silencio absoluto. Reservar un paquete asegura lugar a bordo y actividades incluidas en el continente blanco.